Tu Modelo de Negocio, ¿representa tu propósito?
- Vicky Elmo
- 11 jul
- 3 Min. de lectura
Tener una visión clara es el primer paso.
El siguiente es construir una estructura que la haga posible.
Después de trabajar la misión, la visión y los valores, aparece una necesidad inevitable: bajar todo eso al papel. Hacer que esa claridad interna sea coherente con la forma en la que funciona tu negocio. Que no quede solo en el plano de las ideas.
En ese momento entra en juego el MODELO DE NEGOCIO
¿Qué es un modelo de negocio y por qué importa?
El modelo de negocio es una herramienta clave para cualquier emprendimiento o PyME: Es la manera en la que tu negocio crea, entrega y captura valor. Es cómo se sostiene lo que hacés.
El modelo de negocio muestra cómo hacés que tu negocio funcione. Qué ofrecés, cómo lo ofrecés y por qué alguien pagaría por eso.
Incluso si nunca lo diseñaste antes, ya tenés uno: está en cómo ofrecés tus servicios, de qué forma cobrás, cómo llegás a tus clientes, cómo organizás tu tiempo y tus recursos.
En pocas palabras, ya estás tomando decisiones que responden a un modelo, aunque no lo hayas definido conscientemente.
Por eso es tan importante que ese modelo esté alineado con lo que vos querés, con lo que te representa hoy, con lo que necesitás que tu negocio sea.
Un modelo de negocio claro no solo te ayuda a organizar tus servicios y tus procesos. También te da foco para tomar decisiones estratégicas, comunicarte con más claridad y sostener tu negocio en el tiempo sin agotarte.
Y cuando esa estructura no está clara —o no está alineada con vos ni con lo que querés—, todo se vuelve más difícil: explicar tu propuesta, tomar decisiones, crecer.
Cuando tu modelo de negocio te representa, todo es más claro.
¿Qué cambia cuando tu modelo está alineado con vos?Estas son algunas señales de que tu negocio está más enfocado y con dirección.:
Sabés qué ofrecer y qué no.
Elegís mejor tus clientes.
Priorizás con foco.
Sentís que tu negocio tiene dirección.
Señales de que tu negocio cambió… pero tu modelo no
Hay señales que muestran que tu modelo está desactualizado o desordenado, aunque no lo hayas diseñado nunca de manera formal:
Te llegan consultas por cosas que ya no querés ofrecer.
Te cuesta explicar a qué te dedicás o qué hacés exactamente.
Estás sosteniendo servicios o formas de trabajar que ya no te representan.
No sabés si tu propuesta es rentable o si estás invirtiendo energía en lo que realmente te da resultados.
No hace falta esperar a que las cosas “no funcionen” para repensar tu modelo.A veces alcanza con notar que ya no refleja quién sos hoy ni hacia dónde querés ir.
Ejercicio de Journaling
Antes de pensar en estructuras, herramientas o esquemas, te propongo empezar con algunas preguntas:
¿Qué partes de mi negocio me representan hoy?
¿Qué cosas hago porque “siempre las hice”, pero ya no me sirven?
¿Qué parte de mi propuesta genera más impacto y más disfrute?
Si tuviera que empezar de cero, ¿qué haría distinto?
Podés hacerte estas preguntas en tu cuaderno. Te van a ayudar a que el Modelo se arme como una expresión real de tu estrategia, tu propósito y tu estilo. Porque no se trata de responder rápido, sino de darte el tiempo para mirar de verdad tu negocio.
Un modelo alineado = un negocio más claro
Tener un modelo de negocio claro no es solo para grandes empresas.Tampoco es algo que se hace una vez y se deja guardado.
Es un mapa vivo: puede adaptarse, pero que siempre te recuerda hacia dónde vas.
Es una forma de pensar y organizar tu negocio que te permite:
✅ Tomar mejores decisiones
✅ Comunicar con claridad
✅ Ajustar tu estructura cuando lo necesites
✅ Construir algo sostenible, con sentido y con dirección
Si sentís que llegó el momento de crear, revisar o rediseñar tu modelo de negocio desde lo que sos hoy, podés hacerlo en el programa Bases Sólidas para tu Negocio, donde te acompaño a bajar tu propósito a una estructura clara, rentable y sostenible.
Porque un negocio que se piensa bien, también se siente mejor.





Comentarios